(EUROPA PRESS)
Desde el 18 de enero y hasta el 19 de febrero, Gran Vía de Hortaleza presenta la gran exposición: La Moda de hace 100 años, un curioso paseo a través de trajes y complementos auténticos de finales del siglo XIX y principios del XX, que nos permitirá contemplar todo lo que ha evolucionado la moda desde la época de nuestras abuelas hasta hoy.
En la exposición, didácticamente acompañada por explicaciones y curiosidades y compuesta por más de 50 piezas, entre vestidos, sombreros, ropa interior, complementos y artículos de "belleza", podremos comprender lo que ha cambiado nuestra sociedad desde hace no tanto tiempo.
En 1911, era impensable que una mujer no llevara corsé o que se le viera cualquier parte de las piernas, incluso los tobillos, o por supuesto, que usara pantalones. Hoy parecen casi risibles los melindres de las abuelas que transmiten estos añosos vestidos, pero la gran liberación de la mujer, claramente reflejada en la moda, ha ocurrido en un espacio de tiempo muy corto.
Durante el período de la Belle Èpoque en Europa (1870-1914), caracterizado por la elegancia el refinamiento y el optimismo, los patrones que regían la moda eran meramente estéticos, siendo secundaria la comodidad e incluso el bienestar físico de la mujer.
La moda femenina era incómoda a consecuencia de la utilización del corsé, que apretaba todos los órganos internos. Además, el ideal de belleza femenino debía ser de pecho erguido y abundante, caderas anchas, cintura muy afinada y nalgas exageradas.
A finales de este período comienza a aparecer un nuevo tipo de mujer, por primera vez creado por ellas mismas. Una mujer independiente, que luchaba por el voto y por entrar en el mercado laboral en igualdad de condiciones. Para ellas la vestimenta se fue simplificando y la excesiva ornamentación desapareciendo, dando lugar al traje sastre de dos piezas, más adecuado a las nuevas necesidades. Afortunadamente, hemos avanzado mucho
